UNA
ZUDA EN SANT MATEU
INTRODUCCION
Durante estos años he trabajado extensa e intensamente la
historia y el desarrollo urbano de la villa valenciana de Sant Mateu,
cabeza de la Mensa Maestral de la Orden de Santa María de Mortesa y San
Jorge de Alfama, poniendo mayor énfasis en su pasado islámico. Sobre
este tema en cncreto de "la zuda" he dejado constancia monográfica
en algún artículo, aunque de manera muy breve, como el que publiqué
(1), bajo el título de "La Çuda de Sant Mateu".
Dicho cuanto antecede. vengamos a nuestro tema. EL
AMBITO
En la topografía actual de San Mateu, dominada por la obra urbanística
de Montesa (s. XIV-XV), subyace un estrato menos visible procedente de
la orden de San Juan Bautista del Hospital de Jerusalén (s. XIII-XIV).
cuyo vestigio arquitectónico principal es la nave central de su iglesia
parroquial, aunque desde el punto de vista urbanístico hay que destacar
la remodelación puntual llevada a cabo (1280) en el área de la Zuda,
con destrucción parcial del muro de ésta. Pero, más oculto,
detectable quiza únicamente en la planimetría. aparece la huella del
Islam. No es este el momento de adentrarnos en ello, pero hemos podido
estructurar parcialmente el área de la Madina, y su perímetro
amurallado, así como la zona anexa ocupada por la Alcazaba, en cuyo ámbito
existió una torre de indudable atribución musulmana, ya que se cita
como existente en los primeros documentos cristianos. Estos mencionan así
mismo dos hornos, que precedieron al que autorizó el Hospital: una muy
temprano denominada "platea vetula", que no dudamos en
localizar e identificar con "Al.Suq" (topónimo subistente);
una "iglesia primitiva" que sin ninguna reserva consideramos
la Mezquita de la villa; los "muro çude" y "muro ville";
vestigios de una torre redonda del primero de aquellos; etc.
Pero, entre los topónimos, pervive uno particularmente
interesante: "El carrer de la Suda", si bien en los últimos años
se ha cambiado ese nombre oficial por el de Santa Bárbara. Naturalmente
este topónimo de "suda" se halla escrito con abundancia en
los documentos de la villa (s. XIII-XIV), por lo que su identificación
es absolutamente incuestionable. Además de que Viciana lo dejó
indudablemente grafiado un bello dibujo en que resalta su existencia física
a través de la Torre, en el siglo XVI. Incluso está documentada la
interesantísima remodelación urbana aludida líneas arriba, que ya
pusimos de relieve en el "VI Congreso Internacional de Mudejarismo"
de Teruel, en que se refiere a esta Alcazaba y a su cerca o "muro
çude".
EL
PROBLEMA TOPONIMICO
Teníamos, pues, perfectamente analizada la hipótesis del topónimo
"suda" y su razón de ser. Pero. muy recientemente, hemos leído
un artículo publicado en la "obra dispersa" de D. Leopoldo
Torres Balbás, que se titula "Bab al-Sudda y las zudas de la España
oriental", donde en diez apretadas páginas desmonta (espero que
no) mi hipótesis. Solo me consuela que, según confiesa su autor, son
muchos los que no piensan como él, dando diversas interpretaciones al
topónimo, si bien entre los que con él concuerdan figura, nada menos,
que Lévi Provençal.
Esto sería suficiente para desanimar a cualquiera, pero... Dice
Torres Balbas, cuyo texto habría que leer muy detenidamente, que
diversos autores consideran que "al.Sudda" es un artilugio
para elevación del agua. (2)
Pero, se inclina este autor a pensar, y aduce numerosos ejemplos,
muchos de ellos ya trabajados también por nosotros, que poca duda cabe
acerca de que una "Zuda" es una "Fortaleza". En último
caso sería, al menos, el propio conjunto de edificios constitutivos de
una Alcazaba, ordinariamente en lo alto de una eminencia,
Nuestra hipótesis sería un tanto ecléctica: Que ambos tienen
razón; pero, no toda la razón. Creemos que "sudda" es un
artificio para elevación del agua que, dada su significación y la
costosa y complicada estructura cuando se trataba de elevarla a mucha
altura y en condiciones difíciles a una Alcazaba, acabó por constituir
el propio topónimo de la fortaleza a la que suministraba el agua.
Está generalmente constatado que junto a una fortaleza que lleva
ese topónimo (suda) existe siempre una corriente fluvial. "Sensu
contrario", no todas las Alcazabas, todas las fortalezas, estén en
alto o no, reciben el calificativo de Sudas. Es decir: No siempe una
fortaleza es una Suda, aunque bien pudiera ser toda Suda una fortaleza.
Ante esta constatación deberemos preguntarnos: ¿Cuándo a una
fortaleza islámica le es adecuado el calificativo de Suda?
No obstante, deberemos advertir previamente que, si no estamos
equivocados, no la totalidad de las referercías a "Sudas" son
árabes, sino que proceden en general de fuentes cristianas; es decir,
que son los documentos cristianos quienes nos han llevado a pensar que
una Suda es una Fortaleza. No hemos de insistir en que quien escribe un
documento piensa una cosa y la escribe del mejor de los modos; pero,
quien lo lee (y más si está condicionado) interpreta "otra
cosa" diferente de lo que el que escribía quería expresar. Yo
creo que se ha leído más lo que se quería leer, que lo que realmente
estaba diciendo el texto. Es evidente, y soy consciente de ello, que yo
mismo me hallo en esta situacion, siendo proclive, pues, a una
parcialidad intuitiva, que trataré de evitar dentro de lo posible.
El uso indebido del término "Zuda" lleva a
desorientación y confusiones. Así hallamos este texto, firmado por m.
José Miralles Sales. serio investigador local (Albocácer &
Salsadella) que aparece en una obra general de turismo, tomado de un
trabajo suyo anterior sobre la historia de Castellfort. En él leemos:
"Reedificadas sus murallas en 1406, y en 1411 de nuevo, a
causa de la guerra civil (...) ciertamente un Castro Fuerte con sus
naturales muros, las altas rocas sobre las que está edificado el pueblo
fortaleza, y los pocos metros de muralla construida por la mano del
hombre, con sus portales, de puertas a la sazón renovadas y dotadas de
cerraduras y cadenas. Los portales eran éstos: El de la Font o de
Morella: el de les Eres o de Ares; el de Sanmartina o del Portell y el
d'en Cabanes o de Forcall. Y dentro, en la muralla más antigua, en la
zuda, el portal de la Carnisería, que fue derruido en este siglo (s.
XX) al construir la carretera que va a Cinctorres."
Nos confiesa el autor, en comunicación personal, que usa el término
"La Zuda" para referirise a la fortaleza. Lo hace ingénuamente
en la intima certeza de que son sinónimos, algo de lo que está
convencido intuitivamente.
El peligro de usar acepciones vagas como la del citado autor no
hace sino enmarañar esta controvertida cuestión terminológica, histórica
y arqueológicamente. Queda pues claro que, en Castellfort no existe, ni
existió nunca, una "zuda".
Carlos Sarthou afirma, por su parte que el castillo es de origen
romano, al que sin duda no obedece el topónimo que suele usarse, toda
vez que se afirma llamarse "Galintort", lejos pues del "Castrifortis"
aludido. Así mismo afirma este autor, que sigue a Mundina, que los
musulsanes se resistieron, rindiéndose los asediados moros a don
Blasco, "el Viejo", en 1 de Agosto de 1237, año en que otorgó
la carta de poblacion su nuevo señor.
Pondremos un ejemplo muy significativo. Torres Balbás aduce un
texto de Jaime I, en su "Crónica". Lo toma de la versión
castellana (1848) de Mariano Flotats y Antonio Bofarull. Cotejado por
nosotros, el de Torres Balbás con esa edición vemos que la trarscripción
es correcta. Ligeramente ampliada por nosotros para su comprensión
fuera de contexto, es ésta: "Apenas llegamos cerca de las casas
que son nuestras y que están junto a la puerta de Toledo, llamada por
otro nombre la Zuda y siendo ya de noche..."
Pero, la traducción de Flotats/Bofarull es incorrecta. Tomada de
la versión original de la edición valenciana, única de 1557, leemos.
naturalmente en catalán, y modernizando la grafía: "E quant nos
fom aqui en les cases nostres que son a la porta de Toledo, que havien
nom la Suda, quan vench a la nuyt...". (Notese: "havien")
Por la tanto, la traducción incorrecta dice " ...la puerta
de Toledo, llamada por otro nombre la Zuda..." Contrariamente, la
traducción correcta del catalán, dice: "...las casas nuestras...
que tenían por nombre la Suda..." (3)
En otro texto que transcribe el mismo Torres Balbás, y que luego
retomaremos en este trabajo, se lee, para la de Málaga: "La
Alcasava tiene unas casas reales...", que no son otra cosa que, lo
que el propio Torres Balbás denomina en el mismo texto, el
"palacio o alcázar"'.
Es decir, y como sabemos, las "casas" que el rey don
Jaime I tenía en la ciudad de Zaragoza, no era otra cosa que el Alcázar,
a la orilla del Ebro, constituyendo parte integrante del recinto murado
de la ciudad islámica.
Esco, Giralt & Sénac (4) vienen, a este respecto, en nuestra
ayuda. Así leemos: "El
trazado de la ciudad (...) dividido por un cardo y un decúmanos (...)
dos vías (que) conducían a cuatro puertas, sitas, aproximadamente, en
cada uno de los puntos cardinales La Puerta del Puente. al noreste,
frente al rio Ebro; La Puerta de Toledo, en el noroeste, junto a La Zuda;
La Puerta de Sinhaya o Cineja, en el suroeste, y la Puerta de la Quibla,
al sureste."
Es decir; que "puerta" y "zuda" son dos cosas
diferentes en Zaragoza.
Digamos al mismo tiempo que estas informaciones colusionan con el
plano publicado por el propio Torres Balbás (5) y trazado por Lévi
Provençal, que da nombres, difrente a una y equivocado a otra, de dos
de las puertas. Así denomina Puerta de Valencia a la Puerta de la
Quibla, mientras que coloca aquella en el sitio de la Puerta Cineja,
perturbando su orientación (= quibla). Esto solo tiene importancia, en
nuestro caso, respecto al emplazamiento de la aljama judía. El propio
Torres Balbás está seguro de que el cementerio judío estaba
extramuros vecino a la puerta de Toledo, razón por la cual ésta recibía
asi mismo el nombre de Bab al.Yahud (= Puerta de los Judíos), pero
nunca La Zuda. La aljama, a su vez, se hallaba entre las dos puertas
antes mencionadas, hacia el sur de la ciudad.
Visto cuanto antecede, digamos que el problema surgió, en
nuestro caso y por ello profundizamos en el tema, al constatar que la
"Suda" de Sant Mateu, como veremos más adelante, era la
"única" Suda que conocíamos que no tenía rio alguno a sus
pies. Dejando este caso concreto y sugestivo, ocupémonos ahora de las
"sudas" en general. HIPOTESIS
DE TORRES BALBAS.
Parte en sus textos este prestigioso arquitecto, arqueólogo e
investigador arabista de principos de siglo, como veremos con
detenimiento, de la "Bab al.Sudda" de Córdoba, que para
nosotros es además de la de Zaragoza, un caso singular. Analiza
previamente que: "A la palabra "sudda" o "sudd"
los diccionarios árabes suelen dar el significado de "azud" o
"azuda", es decir, de presa hecha en los ríos para derivar el
agua o elevar su nivel con objeto de instalar molinos. En el
"Glosario" de Dozy y Engelmann, a "azud" y
"azuda" se les atribuye tan sólo esa significación y la de máquina
hidráulica." Pero, más significativo aún, y a ello se aferra
Torres Balbás es cuando éste agrega: "El "Suplemento"
de Dozy recoge muchas (acepciones) para "sudd" y "suddaf"
y entre ellas, además de la de presa, las de "puesto, orden,
dignidad" y por extensión, "lugar donde está el lecho de
descanso, dormitorio".
Comenta nuestro autor que fue J. Ribera el primero que observó
que en Zaragoza, Huesca y Tortosa, se daba el nombre de "zuda"
a las residencias fortificadas de sus respectivos príncipes", si
bien ha dicho líneas arriba que ésto se ponía de relieve al ver que
así las llamaban "los documentos cristianos posteriores a la
Reconquista" Es decir, que es plenamente consciente de que no lo
decían los documentos árabes, sino que era la interpretación obtenida
a través de documentos cristianos posteriores, lo que le lleva a sentar
opinion.
Así, siguiendo el caso inicial de Cordoba, se centra Torres Balbás
en las "puertas" llamadas "zudas", entendiendo que
son, por extensión, puertas de acceso a las fortalezas. Aduce el hecho
de que la cabeza de "Fadl ibn Saláma", fue exhibida (912), en
la "Bab al.Sudda" de "Iznázar". Dice así mismo,
acerca de Córdoba, que según el "Bayán" de 'Ibn Idári'
(1306), para asistir a las audiencias se debía entrar por la "Bab
al.Sudda". En esa puerta cordobesa se exhibió, también, la cabeza
de "Muhammad ibn Ardabulis" (912)
En una nota agrega Torres Balbás que "En la Historia de la
conquista de España de "Abenalcotía", el Cordobés, traducción
de don Julián Ribera (Madrid, 1926) hay referencias a la "Bab
al.Sudda" cordobesa. Cítase un portero de ella cuando la revuelta
del Arrabal. En algún caso parece aludirse al Alcázar o palacio regio,
no a la puerta".
Todos estos casos le llevan, pues, al convencimiento de que esas
puertas se llamaban "zudas" por ser acceso de Alcazabas o de Alcázares.
No obstante, el mismo reproduce una imagen de la rueda, existente en Córdoba,
para sacar agua del Guadalquivir, cuyo aspecto nos llevará a otras
interpretaciones. (6)
Siguiendo por este camino, llega Torres Balbas a considerar la
"Bab al.Sudda" como residencia de los príncipes o casa de
gobierno de las ciudades musulmanas. Partiendo, entre otras razones, de
la errónea interpretacion del pasaje de la "Crónica" del rey
don Jalme I, El Conquistador, que hemos comentado líneas arriba, llega
finalmente a transcribir un texto de Sancho Ramírez, referido a Huesca,
en que se concede (1096) "capellaniam Zude" al Monasterio de
San Ponce de Tomeras. Para esta misma ciudad cita también un texto
(1204) de Pedro II en que se lee: "...meas domos veteris et dirutas
de Osca que Zuda vocantur..." Volvemos, pues, a encontrar
interrelacionadas, como en Zaragoza, "casas reales" con "zuda".
Finalmente aporta el ejemplo significativo de Tortosa, siguiendo a J.
Foguet. (7).
Nosotros preferimos seguir, para este último caso, a Enrique
Bayerri y Bertomeu, historiador prestigioso de su ciudad natal.
Tortosa cuenta, como es sabido, con el Castillo de San Juan,
conocido significativamente como "La Suda". De él, como es lógico,
habla Bayerri en su historia de la ciudad (8),
"... creencia popular. muy firme y arraigada, de que el
principal castillo de Tortosa. que es el castillo de San Juan,
vulgarmente apodado "La Zuda", no tiene otro origen sino
"el tiempo de los moros". " (pag. 64). Creencia popular
que el autor confirma al decir que "una vez tomada la parte llana
de Tortosa, los moros se resolvieron hacerse fuertes en el castillo
roquero de La Zuda (. . . ) la cual estaba rodeada de grandes vallados y
fosos" (pag.776.)
Bayerri es consciente del enigma que entraña el nombre y su
significado, adentrándose así en consideraciones acerca de la polémica
que ello entrañó entre los investigadores de sus días. Pero, a esta
polémica agrega su grano de arena al decir que en lo alto del castillo
existía un "profundo pozo o azuda que le da nombre, con su
maquinaria para elevar el agua, sus galerías sutbterráneas y
poternas", rueda que, asegura, estaba aún en funcionamiento en
1913.
De ello se infiere que, para Bayerri. el nombre de "zuda"
dado al Castillo de San Juan, procede de la existencia en él de un
artilugsio hidráulico con el que se obtiene el agua del vecino río
Ebro. Algo así, pues. como con el "ingenio de Juanelo" se las
obtenia del Tajo, para la Imperial Toledo. ZUDAS
CONOCIDAS.
Lo primero que sorprende, como hemos dicho líneas arriba, es que
al tratar de identificar el origen del actual concepto de "zuda"
como "alcázar", vemos que no todos los alcázares en "Al.Andalus"
son llamados "zudas". Es evidente que "algo" han de
tener "algunas" fortalezas de singular para serles adecuado
este calificativo.
Ya habíamos observado que hay dos casos extremos. El de Toledo,
que está en lo alto, con el aludido "ingenio" de Juanelo, y Córdoba,
que vemos que está en el llano, pero con "azuda" o rueda hidráulica.
Para nosotros está claro que el Alcazar de Toledo no se llama "Zuda"
por la simple razón de que el ingenio de Juanelo no tiene origen árabe.
El de Córdoba obedecería a otras razones, pero es manifiesto que su
Alcazar no se llamó nunca "Zuda", aunque sí se llamara asi a
una puerta, precisamente inmediata a la "rueda" famosa: La
Puerta de La Zuda o "Bab al.Sudda".
Todas las "zudas", como ha observado algún autor (v.g.
Sarthou Carreras) se encuentran únicamente en el valle del Ebro o
dentro del Reino de Aragón, y siempre junto a cauces fluviales. Así
tenemos las de Tortosa, Lérida, Balaguer. Huesca, etc. En todos los
casos, Alcazabas levantadas en altozanos, a cuyos pies lame la falda del
monte algún rio. Es decir; no es que haya un río en el área. sino que
está a los mismos pies del monte, asiento de la Alcazaba. Situación ésta,
del cauce, que permite la instalación de alguna "azudda" y
consiguiente artificio hidráulico para elevar el agua hasta lo alto.
Vendremos enseguida a aportar textos diversos acerca de ésto,
pero debemos dejar constancia de que nunca hemos hallada mención de
estos mecanismos, salvo en Córdoba, donde la muralla de su Alcazaba
estaba separada de la ribera del Guadalquivir por una calzada. El caso
de Zaragona sería otro ejemplo análogo, aunque no tenemos constancia
de la "rueda", sin duda existente en tiempos islámicos.
Torres Balbás dice también, como conclusión definitiva, que
con su prestigio sienta tesis, que:
"A la caída del califato cordobés brotaron por toda la
España musulmana abundantes cortes de señores más o menos
independientes. Todos ellos trataron de imitar, con recursos más
limitados, las magnificencias de la corte califal. Sus residencias, cuya
importancia no podía compararse a la del Alcázar de Córdoba.
recibieron, como éste, el nombre de "sudda", pero desprovisto
del apelativo de puerta. Los cristianos conquistadores le siguieron
dando el mismo nombre, ligeramente transformado..."
Es evidentemente discutible esta aseveración puesto que son mínimas
las fortalezas que reciben en nombre de "zuda" y todas en la
Corona de Aragón, y concretamente en la cuenca fluvial del Ebro y sus
afluentes. Ni siquiera el Alcázar de Cordoba fue conocido nunca como
Zuda. Sí lo fue, en cambio. el Alcázar de Zaragoza, aunque no, como
sabemos, la puerta inmediata del amurallamiento.
Pero, es que esos palacios o alcázares tampoco fueron conocidos
como "zudas", aunque diga que los genoveses llamaban "subda"
al Alcázar de la Alcazaba de Almería, y el mismo Torres Balbás se ve
obligado a reconocer más adelante. Así, refiriéndose a la donación
que se hizo (1177) a los hospitalarios, transcribe:
"... duas casas circo illas de Aben Mazloca in ipso alcazare
de Conca, et duos solares circa fratres Calatravae usque ad torricellas,
et zudam illam de Albofera usque ad pontem quae ibi continentur a via
publica usque ad Sucar."
Se contradice así al confesar, contra sus mismas tesis, que:
"Alcázar y "zudam" eran, pues edificios distintos y el
último estaba cerca de la confluencia del Júcar y el Huécar, lugar
donde se formaba como un pequeño lago, llamado "albufera".
Es decir, que además de volver a encontrar interrelacionados
"zuda" y cauce fluvial, afirma Torres Balbás que "zuda"
era un edificio (?) diferente de un Alcázar. ¿Cómo pues los
reyezuelos de taifas llamaban a sus palacios "zuda", si no era
tal? No; no los llamaban así, en imitación del de Córdoba, porque ni
éste lo era, ni las "zudas" eran los alcázares islámicos
Bien al contrario, se llamaba por los cristianos, tal vez incluso
erróneamente, "zuda" al espacio elevado donde se desarrollaba
la Alcazaba, y que estaba surtido de agua, del inmediato río, por medio
de una "assuda". No dudamos que, genéricamente, se llamara
"zuda" a ese albacar de las Alcazabas, tuvieran palacio o no.
Extensa documentación abunda en ese concepto, para Balaguer y Lléida,
como vamos a ver. LAS
ZUDAS DEL CINCA.
Dos obras de gran interés se ocupan con profusión de las "zudas".
Se trata de las historias de la ciudad de Lérida (9), y de la ciudad de
Balaguer (10), que nosotros vamos a usar de cuanto al respecto aporten a
nuestro asunto. a)
La Zuda de Lérida.
En la Historia de Lérida, de Lladonosa, se habla con frecuencia
de La Suda. Así vemos cómo se dice que "una muralla que
travessava l'actual Pla de l' Aigua -el mur dels gramatics de l'epoca en
que aquest indret hi hagué l'Universitat- per a enllaçar amb les
Roques de Rodamilans, sota la Suda.. " Fragmento en el que se
enlaza "suda" y "agua".
Otros párrafos son en extremo interesantes, para lo que a ellos
remitimos al lector, no sin aportar aquí alguno de significativo interés,
para hacer más comprensible nuestra hipótesis.
"El darrer Amrûs en el govern de Lleida després d'aver fet
les paus amb l'emir Muhammad I, vers l'any 270 de l'Hegira -882 de l'Era
cristiana- emprengué la fortificació del turó de la Suda, alçá un
poderos alcasser al cim i reedificá les muralles de la antiga ciutat
romana." O éste otro: "... La Lleida d'Abd al-Rahmman III era
una població ben fortificada, amb el seu alcasser reial de la Suda,
construit, com sabem, per Isma'il ibn Musá..."
Vemos cómo La Zuda era el llano que coronaba la colina, donde se
edificó el Alcázar que, obviamente, no era La Zuda, sino "el Alcázar
de la Zuda". Así otro remata este concepto, al decir que "quan
només era rei de Lleida (Sulayman) acollí en el seu palau de la Suda
l'ultim califa de Córdova..."
Así mismo se cita "la construcció de la capella gótica de
l'Alcassaba de la Suda." O la existencia de "la Casa de la
Caritat per a clergues, a dalt de la Suda, després anomenada Hospital
de Capellans Pobres."
Se nos dice que "el primer edifici civil, que s'alsava
aleshores al cim de la Suda, era l'alcasser reial, una construcció
sarraina dels temps dels Banû Qasí."
Seguiríamos de este modo aportando textos, musulmanes o
cristianos, en los que queda patente que los edificios, incluido el Alcázar,
se levantaban en un ámbito que era conocido siempre como "La Zuda".
Y las referencias a acequias es también frecuente, en relación con
"La Zuda", aunque ciertamente nunca se hable de artificio
concreto para subir el agua a él desde el río.
Por cierto que en un trabajos de la revista "Arqueología"
titulado "El municipium de Ilerda y Madina Larida" se lee
"Así podemos considerar la Lleida de finales del siglo IX y parte
del X, consistente en el recinto fortificado del barrio de la Suda con
el alcázar en la zona más alta bajo el cual se encontraría la
mezquita mayor. Este recinto se prolongaría hacia el rio por medio de
una coracha, mediante la cual se aseguraría el suminsitro de agua a la
ciudad y al castillo" es decir, a La Suda leridana, y a su 'aljama'
precisada de agua en abundancia para el culto islámico.
Después de todo lo dicho, y ante la imposibilidad de traer aqui
todas las citas de esta obra, daremos como conclusión, agrupadas sintéticamente,
las referencias documentales a la "zuda", indicando con
asteriscos las veces que las hemos encontrado:
- Sota la
Suda....................................................................................
*
- El turó de la Suda
...........................................................................
*
- Alcáser reial de la Suda
.................................................................
*
- Palau de la Suda
.............................................................................
*
- El castell de la Suda
.......................................................................
* * * *
- A la (porta) de la Suda
..................................................................
*
- L'Alcassaba de laSuda
...................................................................
* *
- La parroquia de la Suda
.................................................................
*
- L'Alcasser de la Suda
.....................................................................
* * * *
- El castell reial de la Suda
...............................................................
*
- Albergs propis a la Suda
.................................................................
*
- Sota els murs de la Suda
................................................................
*
- Dalt de la Suda
...............................................................................
*
- La imponent torre de la Suda
.........................................................
*
- El turó de la Suda
...........................................................................
*
- La capella de la Suda
.....................................................................
*
- Les zones de la Suda
......................................................................
*
- El primer edifici civil al cim de la Suda
........................................ *
- Petita esplanada, sota el vesant nord del castell de la
Suda............
*
Obervese que siempre se dice, de cualquier edificio o elemento
singular, que se halla sito “en la Zuda”, nunca de él que “sea la
zuda”. Así el concepto que se obtiene para la Suda es el de un area o
explanada, elevada o en lo alto de una colina, con una Alcazaba, y en la
que hay torres, castillo o Alcázar, iglesia y capilla, edificios
civiles o viviendas (= albergs), muros, etc. Es decir que no es ni la
Alcazaba, ni un edificio en concreto, sino un 'área' de características
a la vez civiles y, preponderantemente, castrenses.
¿Por qué se la denomina específicamente “zuda”? Antes de
responder analicemos la historia de Balaguer. b)
La Zuda de Balaguer.
Las referencias a la Suda de Balaguer son complejas, pero nos
detendremos en ellas un poco al menos.
Se nos narra en este extenso trabajo, que no podemos abordar en
su totalidad, cómo Llop ben Mahomet fue quien, desde octubre del 897,
comenzó a construir el castillo de Balaguer. Dice fr. Sanahuja que
“el mateix nom de Suda, evidenment alarab, amb que en temps antics (ja
d'ençá de la reconquesta cristiana) era conegut el castell principal
de Balaguer (car hi havien açí tres castells), palesa el seu origen
musulmá."
Texto que no puede ser mas significativo, pues en el se reunen
todos los condicionantes de nuestro caso
1º Que el castillo mayor de Balaguer se llama La Suda, en razón
de ser árabe su procedencia.
2º Pero, aunque hay otros castillos, ninguno de éstos recibe el
nombre de Suda.
3º Que ese nombre se le da al castillo solamente desde la
reconquista cristiana.
Aunque la referencia que daremos es moderna, no deja de ser
significativa esta afirmación: 'La Suda estava emplacada on avui hi ha
els deposits de l’aigua potable de Balaguer'.
El autor describe el recorrido de las muralles de la ciudad y
dice así: "El castell de la Suda o castell princlpal, on si alçava
el sumptuos palau dels comptes d'Urgell, amb l'esglesia de Santa Maria
de la Suda i altres cases de nobles, cavallers i guerrers." Con lo
que remacha la distinción que hay que hacer entre los edificios y su
emplazamiento, es decir, el área de La Zuda.
Aunque este autor no es tan riguroso y claro como Lladonosa, y su
obra mucho mas subjetiva y en la que no recurre tan a menudo a
documentos antiguos, queda en ella patente la misma línea
interpretativa que venimos siguiendo nosotros.
Hay otras Zudas. en el área aragonesa. pero para terminar, solo
aludiremos a la de Huesca. c)
La Zuda de Huesca.
No podemos aportar, por el momento, mucha información acerca de
la Zuda de Huesca o de otras repartidas a lo largo y a lo ancho de la
cuenca del Ebro. No obstante, si se analiza el recinto murado de la
antigua Huesca musulmana y la topografía de su entorno, y ese área se
observa el emplazamiento concreto de La Zuda nos daremos cuenta de que
está en la parte de la cumbre de la loma que se halla más cercana al río
que corre a sus pies. No es ésto sorprendente, pues no nos cabe ninguna
duda de que precisamente en ese punto es donde se surtía de agua de
aquel para la Alcazaba, y precisamente donde debió instalarse el
artificio pertinente para su elevación desde el rio. LAS
ALCAZABAS ANDALUZAS. a)
La Alcazaba de Málaga.
Es muy curioso, como hemos ido viendo, que Torrés Balbás llegue
a una conclusión tan radical cuando él mismo nos da ejemplos que
desmienten, aunque sea por pasiva, su propia teoría. Así en “Crónicas
de la España Musulmana" (10) se ocupa de la Alcazaba de Málaga en
su artículo “Excavaciones y obras en la Alcazaba de Málaga
(1934-1943)”, texto que comentaremos con la brevedad pertinente.
En 1933, tras la adquisicion por el Estado de las modestas
viviendas que poblaban la Alcazaba de Malaga, Torres Balbás inició la
investigación de la antigua Mezquita de esa fortaleza, y describe los
hallazgos. Excavó también en ese tiempo las llamadas “Torre de la
Mezquita” y “Torre del Homenaje”.
Narra así con detenimiento la campaña 1936-1943, en que se
reconstruyó la “Torre de los Arcos”, procediendo también al
ajardinamiento del área excavada, es decir el recinto encerrado en la
denominada “cerca superior”. A este respecto dice:
"La cumbre del cerro alargado en que se asienta, rodeóse
por una muralla reforzada con pequeñas torres rectangulares, próximas
y de poco saliente. Una, muy grande y fuerte (llamada desde el s. XVI
del Homenaje) levántase en su extremo de occidente, y otras dos, más
reducidas, defendían el arco de entrada a poniente, en la parte mas
baja. La segunda muralla envuelve a la anterior, encerrando las partes más
elevadas de las laderas del cerro, con una puerta a norte, de entrada al
interior de la ciudad, y otra, la principal, en recodo, llamada del
Cristo, cuyo acceso dominaba una parte abrupta del cerro en la que está
la llamada Plaza de Armas, en el recinto externo, sobre un escarpe
rocoso, en excelente situación defensiva."
Continuando la minuciosa descripción, agrega "Entre ambas
(murallas) había una serie de puertas en recodo y de estrechos y
sinuosos pasadizos, dominados por los adarves de los muros y de las
torres, formando una verdadera fortaleza de protección de la principal
entrada de la Alcazaba desde la ciudad”.
Procede, a seguido, a comentar los textos arabes que a la
Alcazaba de Málaga aluden, tales como “Mulúk al.Tawaif” “Hasan
al.Mustansir”, “Maqqari”, 'Abd.Allah”, “al.Bakri',... todos
anteriores al siglo XIII así como “Ibn al.Jatib”, del s. XIV,
“Abd al.Basit b. Jalil b. Sádin al.Malati”, del s. XV, y otros.
Llama a la Alcazaba malagueña “fortaleza inexpugnable”, y
menciona su Alcázar (conocido como “Casas de Granada”) que habitó
Isabel la Católica. A este respecto transcribe un texto de finales del
s. XVI "El Alcaçava tiene unas casas reales en lo alto de ellas
muy grandes y bien reparadas y con vistas a la mar y sobre el muelle, y
señorea la ciudad. Tiene un algive muy bueno y un pozo de agua
manantial y dulce, aunque muy hondo..."
Ni una sola vez, en el extensa texto, llama a esta fortaleza con
el apelativo de “Zuda". Si siquiera cuando alude al suministro de
agua al recinto. Así, menciona jardines, albercas, aljibes, el rio,...
cita ese profundo pozo de agua potable.
Esto corrobora nuestro aserto de que no todas las Alcazabas islámicas
eran “zudas”, antes bien al contrario; era éste un calificativo que
se empleba muy escasamente en la España musulmana, Al.Andalus, para
definir las fortalezas o palacios. Fué, sin embargo, con poca duda además,
un calificativo dado por los cristianos a algunas fortificaciones, de
manera un tanto equivoca.
En otro lugar vuelve sobre la misma fortaleza malagueña diciendo
que:”... los habitantes de la Alcazaba disfrutaban de los beneficios
del agua, subida probablemente desde un pozo llamado Airón, mediante
una noria o artificio hidrhulico. La boca del pozo está en el segundo
recinto; tiene hoy 32 metros de profundidad y 8 de agua."
Sobre este pozo, que ha mencionado antes, duda pues del sistema
de elevación de agua. De tratarse de una noria, había de ser de tracción
de “sangre”, es decir animal o humana, y no autónoma como la de Córdoba,
de acción fluvial. Y amplía la información diciendo que en ella
"se contruyó un aljibe, que se alimentaba con agua subida del pozo
Airón".
Aporta informaciones ajenas sobre el mismo caso y dice que Medlna
Conde afirmaba, en el siglo XVI, que "un hermoso y espacioso Jardín
con sus Corredores, Noria alta para regarlo..." existía en la
fortaleza. Por último aporta la opinión del inglés Carter, quien
"aún registra los restos del baño (...) abastecido con el agua de
uno de los manantiales de Gibralfaro.
Notese que Gibralfaro es una colina situada frente a la que
sustenta la Alcazaba aludida, así pues no se explica, ni nos explica, cómo
llevaban el agua desde aquella a ésta.
Por lo que hace a la noria, repetimos, sería bien diferente de
la de Córdoba. puesta a la orilla del rio, movida por la corriente de
éste. Sería más semejante, esta circunstancia, al ejemplo que nos
aporta Bayerri para Tortosa. De todos modos, Torres Balbás, como vamos
viendo, no se muestra muy firme en aceptar la existencia de un
“artificio” para elevar el agua del Airón, aunque apunta sin
convicción esta idea. Sea como quiera, parece que no debió existir, ya
que esta Alcazaba no recibe en ningún momento el nombre de “Suda”. b)
La Alcazaba de Ronda.
También en la extensa y bien documentada obra de Torres Balbás
hallamos otro ejemplo que será pertinente aducir aqui. Se trata de la
capital de la Serrania, en Al Andalus.
Dice este autor en su “CRONICA
XV” (1944), en el artículo “La acrópolis de Ronda”, que
"Ronda no tuvo agua corriente bajo el dominio musulmán, ni hay
referencia de que hubiera pozos, la alberca se llenaría probablemente
con la de lluvia, recogida de los tejados, o la subida desde el río por
la mina (...) dicha alberca tendría, a la par, un fin decorativo y el
destino utilitario de servir de depósito de agua para las necesidades
domésticas."
“La mina” era un medio para el suministro de agua. Desde lo
alto de la madina se construyo, en el acantilado del tajo, una estrecha
escalerilla, con multiples revueltas, por la que se accedia a un cueva
“secreta” (= la mina) cercana va a la superficie del rio Guadalevín
(= “Wadi al-laban”) en cuyo interior había un pozo, del que se
extraía el agua, subida ésta en odres hasta la madina por los
numerosos esclavos cristianos de la ciudad.
Pero, Ronda disponía no solo de recias murallas que
complementaban los escarpes del tajo, sino que disponía así mismo de
un Alcázar, con su imponente torre ochavada del Homenaje o Celoquia, en
lo alto de la villa, allí donde se iniciaba el llano y la plaza era más
vulnerable. Torres Balbás describe todo ésto siguiendo también a
otros autores más antiguos.
Algo mejor surtida de agua estaba el área de los baños, al otro
extremo de la villa respecto del Alcázar, vecina al rio con el arroyo
de La Culebra. Dice de este área, ya extramuros de la madina y hacia
oriente, que "en el perímetro de ese cercado inmediato a los rios,
y sobre el lugar en el que éstos confluyen, álzase una torre, de unos
12 metros de altura, con una rueda de noria que elevaría el agua para
el servicio del baño, conducida después por un pequeño acueducto
sobre arcos y pilares”.
Pero, lo interesanto para nosotros es que este Alcázar no es
nunca denominado “zuda” en ningún momento. Prueba ésta, a
contrario, de que no podía llamarse así a una fortaleza elevada que
carecía de suministro de agua desde el río por medio de artificios
hidraúlicos.
LA ZUDA DE SANT MATEU.
La existencia de La Zuda en Sant Mateu está bien documentada. Lo
extraño es que no se tiene noticia de Alcázar de ninguna clase en
ella; a lo sumo se tiene del recinto murado, cuadrangular y
relativamente reducido, con su madina a los pies del poco elevado cerro.
En ella, como elementos significativos, tenemos una desaparecida Torre,
que conoció Viciana, y la controvertida Iglesia de San Pedro, mozárabe
para unos, románica para otros. Pero, curiosamente, observamos que no
está “orientada” canónicamente, Si se quiere buscar una orientación
(= al.quibla) ésta es indudablemente islámica. De todos modos nos
inclinamos, intuitivamente, por conslderarla un edificio castrense, quizá
un hipotético alcázar. El área da para poco más, por su reducido
espacio y lo abrupto del terreno, aplanado ya desde 1280 y, mucho más,
modernamente.
Pero, ¿dónde está el agua? La madina con su mezquita, tiene
documentado en Al.Suq un “brullador”. Información interesante, ya
que ahí no existe fuente alguna, pues todas las documentadas están en
el Pla, así pues poco accesibles para el suministro a La Zuda. De todos
modos, existe un plano de 1773 para llevar el agua de la fuente de Agua
Nueva hasta el recién construido convento de las Agustinas, fuera de
los muros montesianos.
Esta fuente está muy al sur de la población, pero en el plano
topográfico, a modo de proyecto de traída de aguas, se grafía el
primer tramo como “conducto antiguo”. A partir de él, el agua
circula subterráneamente hasta llegar a las inmediaciones de La Zuda.
Este conducto no puede estar trazado para las monjas, pues presenta un
quiebro extraño para dirigir el agua hacia él. Entendemos nosotros,
que son dos ramales diferentes (además del conducto antiguo ya citado)
y de diferentes épocas. Esto lo deja patente el propio plano del
Proyecto ya que en el tramo desde el conducto antiguo hasta La Zuda se
determinan los puntos con “números”, mientras que en el último,
que va a las Agustinas, se hace con “letras”. ¿Cuál es la razón
de que el proyectista haga estas diferenciaciones tan significativas?
La hipótesis es que desde un conducto antiguo, que se respeta en
su trazado y condiciones. se renueva su prolongación haciéndolo quizá
subterráneo ahora, pero por un trazado ya consolidado que discurre por
propiedades privadas, y lleva el agua a La Zuda. Por último, en el s.
XVIII, se ejecuta un conducto moderno exprofeso para las monjas,
siguiendo el trazado de la ahora sí existente calle de La Fira .
Así pues, desde la fuente de Agua Nueva se llevaba a La Zuda el
sumnistro de agua, que era elevado desde éste a la fortificación
mediante un artilugio desconocido. Desde ahí, ahora por gravedad, se
llevaba también el agua a la madina y Al.Suq, donde manaba por medio
del documentado “brullador”.
Quede esta hipótesis a la espera de que las prospecciones
arqueológicas la apoyen o la corroboren. Sería pues una justificacion
del topónimo “al.Sudda” para una fortaleza en la que el agua no
procede de un rio, como todas las conocidas CONCLUSION.
Debemos admitir que “Suda” ó “As.Sudda” es un artificio
mecánico para elevar el agua. Si se trata de la de un rio, consiste en
una rueda que se sumerge parcialmente en la orilla de ésta, que la
mueve con la fuerza de su corriente, haciendo que unos canjilones la
llevan a un canal construido exprofeso y junto a la orilla. Si se trata
de una elevación, el artificio debe ser mecánico, movido por fuerza
humana o animal. Excepción sería el “ingenio de Juanelo” que la
elevaba desde el Tajo a Toledo, automaticamente.
En época cristiana, constatado este proceder musulmán, en
especial para los castillos elevados, dió en llamarse erróneamente
“Suda” a aquellas fortalezas que disponían de una “as.Sudda”,
confundiendo ésta con la propia fortaleza
Pero ésto sucedió únicamente en el ámbito de la Corona de
Aragón, pues en sitios como Córdoba. se llamaba exclusivamente
“Suda” a la rueda o “azuda” que elevaba el agua, frente a la
puerta de la Alcazaba, razón por la cual esta puerta recibió en nombre
de “Puerta de la Suda”; como así mismo ocurrió en Zaragoza, con la
diferencia de que aquí los crisitianos llamaron “Suda” al Alcázar,
a la orilla del Ebro, sin duda en razon de la existencia, desconocida
por nosotros, de una “azuda” en el Ebro.
Así pues, una “Suda” no es una “fortaleza”, aunque así
la llamaran los crilstianos, erróneamente. Por extensión, a lo sumo
podríamos llamar “Suda” al espacio elevado en que se constituían
algunas, no todas, las Alcazabas musulmanas. José
Antonio Gómez Sanjuán NOTAS & BIBLIOGRAFIA 1 - GÓMEZ SANJUÁN, J.A. “La Cuda de
Sant Mateu”, en “Arquitectura Técnica”, nº 19. Septiembre, 1993. 2- TORRES BALBÁS, Leopoldo. “Bab
al.Sudda y las zudas en la España Oriental”. En Al.Andalus”, XXX,
1952. 3- Existen leves diferencias de
paginación (38 vs. 25) o de capítulo (XXI vs. XXII) según la edición,
que no impiden localizar con exactitud estos párrafos. 4- ESCO, Carlos,GIRALT, Josep &
SEMAC, Philippe. “Arqueología islámica en la Marca Superior de
Al.Andalus”. Huesca, 1988 (Pág. 32). 5- TORRES BALBÁS, Leopoldo. “El
Yamur de Alcolea y otros varios alminares”. En “Al.Andalus”, XLII,
1985. 6 - FOGUET MARSAL, José. “Llibre de
les Costums generals scrites de la insigne ciutat de Tortosa”. Tortosa,
1912. 7 - BAYERRI Y BERTOMEU, Enric.
“Historia de Tortosa y su Comarca”. Tomo VI. Tortosa, 1945. 8 - LLADONOSA Y PUJOL, J. “Historia
de la ciutat de Lleida”. 9 - SANAHUJA, fr. Pere. “Historia de
la ciutat de Balaguer”. 10 - TORRES BALBÁS, Leopoldo. “El
barrio de las Casas de la Alcazaba malagueña”, en “Al.Andalus”,
XVI, 1945. 11 - TORRES BALBÁS, Leopoldo. En “Al.Andalus”,
XV, 1944.
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